En un mes como este, junio, pero de 1840, los barcos británicos irrumpen en los puertos de China causando multitud de muertos y destrozos. Estamos en la primera guerra del opio.
El gobierno chino, con su emperador Daoguang a la cabeza, está dispuesto a hacer lo que sea para acabar con el gran negocio británico; el mercado del opio.
El motivo: el incremento del número de ciudadanos chinos adictos a esta droga es ya un serio problema que hay que atajar a cualquier precio.
Por otro lado, como India está en poder de británicos, estos utilizan sus plantaciones de opio para obtener importantísimos beneficios. De este modo, pueden comprar seda, porcelana y té, productos muy demandados en Europa.
Esto es lo que sucedió...
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