El Reino Unido está lleno de lugares fantásticos para visitar. Estos lugares que destacamos aquí son sólo una muestra de los muchos que hay repartidos a lo largo de toda la isla.
No significa que estos sean mejores que otros que no aparecen. Realmente es difícil decantarse por uno u otro. Lo mejor de todo es descubrirlo por un@ mism@. Merece la pena.
London Tower
El lugar donde descansan las joyas de la corona, The Crown jewels.
Fue construido por William el Conquistador como fortaleza. Con el
tiempo se utilizó como residencia real y finalmente como prisión estatal.
Hoy en día es visitado por miles de personas que desean ver el
diamante más puro y grande del mundo. Fue un regalo de la Union of South Africa
a Edward II.
The Key Ceremony se realiza desde hace 700 años a las 21:53 horas
aquí.
Stonehenge
Esta estructura megalítica es uno de los monumentos prehistóricos
más importantes de Europa.
Está datada en el segundo milenio antes de Cristo, al principio de
la Edad de Bronce, y se supone que anteriormente había otra estructura más
antigua.
Restormel Castle
En Lostwithiel, Cornwall, en el Suroeste de Inglaterra, existe un
castillo construido en el año 1100. Es el Castillo Restormel el cual
inicialmente perteneció a la familia Cardinham.
Ya en 1264 Richard de Cornwall, con el fin de hacerlo más seguro,
hizo importantes cambios; lo reforzó entero en piedra.
En el siglo XIV fue de nuevo restaurado, pero ahora de una forma
mucho más lujosa. Así, donado al primer duque de Cornwall, terminó en manos del
Principe de Gales.
Lamentablemente, el paso de los siglos convirtió en ruinas lo que
un día fue un hermoso castillo. En 1925, sin embargo, pasó a ser parte del
English Heritage lo que hizo que se volviera a descubrir para todos nosotr@s.
Witley Court and Gardens
Aunque ahora es un palacio en ruinas, debido al incendio de 1937,
en su día fue uno de los palacios más importantes de Inglaterra.
Sus jardines, sobre todo el de la parte norte con especies traídas
de todas las partes del mundo, sí poseen un encanto especial. Además, sus
espectaculares fuentes de piedra nos atrapan la mirada mientras nos acercamos
al palacio. La más grande de todas representa a Perseo y Andrómeda.
Castle Coole
Uno de los edificios neo-clásicos más importantes de las islas
británicas y está considerado como la obra maestra de James Wyatt.
Pasear por los caminos del parque que rodea al edificio es todo un
placer.
Urquhart Castle
Como vigilante del Lago Ness (Loch Ness), el Castillo Urquhart es
testigo fiel de la historia escocesa.
Lleva en ese lugar desde el siglo XIII y entre conquista y
conquista ha cambiado de dueño unas cuantas veces. Los Grants fueron quienes
más tiempo lo tuvieron; 400 años. Duró en su poder hasta que los MacDonalds lo
conquistaron en 1545. Las fuerzas de Covenanter vinieron más tarde, en 1644, e
hicieron lo mismo, lo volvieron a conquistar, pero no por muchos años ya que en
1692 lo destruyeron las tropas leales a William y Mary.
Como nunca más se reconstruyó, permanece así desde entonces.
Edinburgh Castle
Construido en el siglo XII por David I, el castillo ha pasado de
manos escocesas a inglesas y viceversa varias veces.
Uno de los asedios más largos ocurrió en 1571 cuando los ingleses
querían capturar a la reina de los escoceses, Mary. Duró dos años y es conocido
como “long siege”. Finalmente, los escoceses se rindieron y el castillo pasó a
los ingleses.
En los siglos siguientes los escoceses intentaron una y otra vez
recuperar el castillo, pero no hubo forma.
También utilizado en el pasado como prisión militar, es ahora una
de las atracciones más populares de Edimburgo.
Richmond Castle
Este es un castillo muy especial. De hecho, se dice que el rey
Arturo y sus caballeros de la mesa redonda utilizaron este castillo.
Se terminó de construir en 1080 con el único propósito de
defenderse de los ataques normandos.
Por si esto no fuera poco, también existe una leyenda de un niño
que deambula por los pasadizos que comunican el castillo con Easby Abbey. Era
un niño que tocaba el tambor, pero que un día se perdió por los túneles y nunca
más se le volvió a ver. Parece ser que su espíritu sigue tocando el tambor por
los pasadizos.
Jewry Wall
Proviene de la herencia que los romanos dejaron en el Reino Unido,
en este caso, en Inglaterra.
En este lugar había unos baños romanos y Jewry Wall, nombre dado
por el anticuario William Stukeley en 1722, es la única parte que queda del
edificio.
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