Necesitamos todo un año para llegar a este momento; el de la contemplación de las flores. Es un instante único del año donde Japón es ahora, más que nunca, un país repleto de flores.
Hana (escrito en Hiragana: はな y en kanji:花 ) significa "flor" y Mi (cuyo caracter kanji es 見) significa "ver".
No es sólo el hecho de ver las flores, sino de su percepción y admiración.
La flor del cerezo es la flor nacional de Japón y como cada primavera va floreciendo poquito a poco, empezando por el sur y terminando, hacia mayo, en Hokkaido, en el norte. Es un periodo muy corto y se aprovecha para hacer picnic bajo los cerezos. Esta fiesta del cerezo se conoce con el nombre de o-hana-mi y se prepara con minuciosidad con mucha anterioridad. Hay muchas comidas típicas para estas fechas y multitud de personas cogen sitios debajo de los cerezos para pasar el día. Es una gran oportunidad para disfrutar al aire libre.
El sake, vino de arroz, es la bebida principal para esta festividad. La razón está en que los espíritus de los campos de arroz tenían a los cerezos como el lugar perfecto para su alojamiento. Se ponían es sus ramas cuando brotaban los primeros capullos. Debido a que el primer cultivo de arroz coincidía con el caer de las hojas de estos cerezos, los campesinos bebían sake como homenaje a los espíritus y así tener una buena cosecha.
Las hana-mi son las fiestas de las flores. El concepto está en lo efímero que es este momento, en entender que hoy existe, pero mañana todo será diferente. En otras palabras; tener conciencia del presente.
Aclarar que la flor del cerezo japonés no es la misma que la del cerezo que hay en españa. Es un árbol que no no tiene fruto, sólo unos pocos tienen unas bolitas rojas. Hay dieciséis clases de cerezos. Su razón de ser es la belleza.
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