Escribe Susan M. Weinschenk, doctorada en Psicología, que hace ya unos años, en el 2006, se realizó un estudio sobre la creatividad y la capacidad de resolución de problemas.
A las personas que accedieron a participar en dicho estudio se les entregó unos puzles para que los resolvieran. Sin embargo, antes de empezar con el puzle se les dijo que durmieran una pequeña siesta.
La conclusión fue la siguiente:
- Aquellos que entraban en la fase REM obtenían un 40% más de éxito en comparación con los que no habían dormido.
- Las personas que no lograron entrar en la fase REM fueron los que peor lo hicieron.
Sara Mednik, de la Universidad de California, San Diego, lo explica en su libro Échate una siesta y cambia tu vida.
La conclusión es clara: Si sientes que no avanzas y que estás bloqueado, duerme y retorna el estudio o la tarea después de esa pequeña siesta.
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