Hace mucho, mucho tiempo hubo un príncipe que se enamoró de una dama. Entre ellos surgió un romance intenso y puro. Un amor de auténtico cuento.
Estamos en Portugal en mitad del siglo XIV. Alfonso IV era el rey y Pedro su hijo, el príncipe.
Una nota aclaratoria antes de leer la historia: Recordar que en aquella época los matrimonios entre reyes o nobles eran concertados por intereses. Lo del amor se dejaba en un segundo plano, o tercero o nadie sabe donde. Así, a Constanza con tan solo 9 años la desposaron con el rey Alfonso XI de Castilla. El asunto no salió muy bien, pero nada bien, y el padre finalmente, no sin mucho esfuerzo y sangre, la terminó recuperando y desposando con Pedro, hijo del rey de Portugal.
Y bueno vamos a la historia...
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