Las calabazas iluminadas de Halloween son una de las tradiciones más famosas en el mundo.
Pero... ¿cuál es el origen de estas calabazas?
Cuenta la leyenda que el diablo fue a buscar a Jack, un irlandés con dudosa reputación, tacaño y egoísta. Juntos salieron a beber unas pintas, y con arduas artimañas Jack consiguió atrapar al diablo. Pasados 10 años, como el diablo no consiguía escapar, le propuso a Jack el siguiente pacto: “nunca me llevaré tu alma si me liberas”. Así, Jack aceptó y dejó escapar al diablo.
Al morir Jack, éste no fue aceptado ni en el cielo ni en el infierno, y el diablo, burlándose de él, le entregó unas brasas de carbón que Jack colocó en un nabo y lo condenó a una eternidad en ninguna parte. Desde entonces, su espíritu atormentado comenzó a vagar por tierras irlandesas como Jack O’ Lantern.
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