Viajar en España ahora
es todo un placer, por tiempos y comodidad. Sin embargo, unos siglos
atrás era toda una aventura.
Dejando aparte el avión,
hoy podemos ir de Madrid a Barcelona en tan solo 2 h. y 30 min. o de
Zaragoza a Madrid en 1 h. y 19 min. A finales del siglo XVIII nos
hubiera llevado, Madrid - Barcelona, unos 14 días!!!
En cuanto al tema
económico, viajar era realmente caro. En 1770 se establecen las
postas, lugares situados a intervalos regulares en las principales
vías. Así, los viajeros podían cambiar de caballos, descansar,
etc. Pero debían pagarlo. Por ejemplo, un viaje de Madrid a Cádiz
costaba, solo en postas, 860 reales y terminaba saliendo por unos
3.000 reales. Si consideramos que el sueldo de un maestro era de 1000
reales al año, nos podemos hacer una idea de lo costoso que era
viajar.
Para complicarlo más, en
1830 si se quería pasar por las postas, el viajero debía obtener
unas licencias, que por supuesto costaban más dinero. Un viaje de
Madrid al Monasterio de Piedra en 1880 estaba por unos 200 reales.
En términos de
transporte, por una diligencia de Madrid a Bayona se pagaba entre los
400 y 700 reales. Afortunadamente, con la llegada del ferrocarril el
precio bajó y el mismo viaje a Bayona pasó a los 155 - 295 reales.
Es cierto que el AVE es caro pero seguro que ahora ya no parece tanto.
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